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Capítulo 5: ¿Cómo tener ideas brillantes?

6 min de lectura

Si has llegado hasta aquí deberías tener muy claro algo.

Las ideas no valen nada.

¿No te lo crees? Te lo repito.

Las ideas no valen nada.

Lo importante es encontrar problemas que merezca la pena resolver. Y tú ya tienes uno en mente.

Ahora llega el momento quizá más divertido, más asociado con la creatividad y que se asocia a esa gente que tiene ideas brillantes. Cosas que nunca se le han ocurrido a otras personas.

Pero déjame decirte que la creatividad es *un poco* mito. Y que en realidad todos copian (copiamos).

Para entender un poco más esto en profundidad, me gustaría que dedicaras un rato de tu vida a ver este vídeo:

Grandes proyectos no son más que copias (conscientes o inconscientes) de otros modelos de negocio que han funcionado en otros lugares, como por ejemplo en Estados Unidos. O muchas otras veces, las mejores ideas vienen de aplicar conceptos de una manera diferente.


Las mejores ideas que tenemos no son más que conexiones aparentemente no obvias entre dos conceptos diferentes. Así que te voy a enseñar una técnica para encontrar ideas que te apasione construir.

Construyendo ideas a partir de conceptos: La manera de crear proyectos que te importen

Por ejemplo, en mi caso, si juntamos el no-code con mi pasión por la formación te sale una academia de No-code. Pero si juntas esa misma pasión por el no-code con el ofrecer servicios a clientes, te sale una agencia No-code.

Y de la misma manera si junto mi pasión por beber cerveza y conocer gente, me sale el evento de las Cañas a Galega, que monto en A Coruña con mi compi Paloma Barreiro, en el que nos juntamos para tomar cerveza y conocer gente del ecosistema.

Así que te invito a que hagas un ejercicio que te llevará aproximadamente media hora.

Coge una hoja de papel, o una tabla de Notion y concéntrate.

Vas a listar en una columna, todos los intereses que tienes. ¡No te cortes! Desde la pintura, a leer newsletters, pasando por salir a correr, tomar cerveza con amigos o la cocina. Lo importante es que tengas aproximadamente unos 10-20 intereses.

Ahora vas a repetir la columna enfrente. Repitiendo todos y cada uno de los intereses en el mismo orden. 

Te quedará algo así.

Cuando lo tengas viene la parte divertida. Vas a intentar combinar estas dos columnas para generar al menos 10 conexiones nuevas.

Por ejemplo:

  • Formar Gente + Pintar Warhammer: Un Canal de Youtube en el que explique cómo pintar Warhammer

  • Tocar la Guitarra + Jugar al Fútbol: Montar un torneo de fútbol con artistas locales

  • Conectar con Gente y No-code: Un evento sobre no-code en presencial.

¡No importa lo loco que sea! Estamos buscando ideas que te remuevan la barriga y que te hagan ilusión, por muy locas que parezcan o el poco sentido que parezca.

A partir de ahí, vamos a intentar pensar en cómo esto podría relacionarse con el problema que queremos resolver.

¡Ojo! Puede que haciendo este ejercicio salgan ideas que realmente te apetezca hacer. No pasa nada, es algo muy probable que pase, pero recuerda que estamos buscando ideas que resuelvan problemas reales, por lo que si acabas tirando por los Cerros de Úbeda y explorando algo totalmente diferente al problema que merece la pena resolver, es el momento de que vuelvas al capítulo anterior y repitas el proceso, para validar que tiene sentido y es un problema real.

¡O no! Y tira por hacer algo que te apetezca y te divierta, pero es más probable que funcione si resuelve un problema real.

Una vez que tengas esta idea que te llama la atención, cuando tienes esa idea que no puedes dejar de pensar en ella y que te mueres de ganas de lanzar el mundo, llega la siguiente fase.

Desenamorarse.

Repite conmigo. Una vez más.

Las ideas no valen nada.

Y sé que ahora que tienes esta idea en tu mente, que tienes toda esta ilusión por construirla y que sea realidad, no lo estás viendo de esta manera.

Cuando nos enamoramos, dejamos de pensar de manera objetiva y sólo nos centramos en las partes buenas de la idea (¡o de las personas!), haciendo más pequeñas las partes que no son tan buenas y exagerando sus virtudes.

Esto es la causa más frecuente de frustración y de fracaso.

Si estás obcecado y enamorado de tu idea, no estarás abierto a escuchar lo que te dicen los usuarios y la gente a la que se la cuentas. Intentarás constantemente validar que lo que tienes en mente tiene sentido y decidirás no hacer tanto caso a las razones que te lleven a pensar que no es tan buena idea como te piensas.

Por eso deberíamos hacer todo lo contrario: Intentar desenamorarnos de nuestra idea.

Vamos a hacer entrevistas, esta vez para Validar que nuestra idea tiene sentido.

Entrevistas de validación

Busca a esa gente con la que has hablado sobre el problema inicial, o a una nueva camada de gente con la que puedas hablar que creas que pueden tener el problema al que te estás enfrentando y pídeles un rato para hablar.

En estas entrevistas tienes que evitar con todas tus fuerzas hablar de tu idea.

Está prohibido decir frases como:

  • En mi idea estamos haciendo…

  • ¿Qué te parecería una app que hiciera….?

  • ¿Y si tuvieras una herramienta que hiciera justo eso?

Si quieres profundizar en esto, te recomiendo encarecidamente que leas el libro de The Mom Test de Robert Fitzpatrick, en el que te explica cómo puedes hacer entrevistas de manera efectiva.

Estas entrevistas son acerca del problema que merece la pena resolver y tus usuarios. No sobre ti.

Es por eso que debemos explorar en profundidad cuándo sufren este problema, cómo lo están resolviendo ahora mismo, tratando de entender de una manera más profunda el problema que quieres resolver.

Y para eso hay que tener una mentalidad ligeramente diferente.

En vez de buscar razones por las que debe funcionar, buscaremos encontrar razones por las que no deberíamos hacer esta idea.

Es un ejercicio sencillo, pero un cambio de mentalidad realmente importante, porque te lleva a pensar en todas las posibles razones por las que no deberías hacer esto.

De hecho cuando se lo cuentes a alguien (¡Y hablaremos sobre esto en el siguiente capítulo!) intenta que precisamente sean ellos o ellas los que te convenzan de que es muy mala idea y que no deberías hacerla por X o Y.

Disclaimer: Coge las opiniones de la gente con un grano de sal. Recuerda que estamos en el territorio de las ideas y que todo puede cambiar. Ahora bien, si 5 personas te dicen lo mismo, empieza a pensar que no es tan buena idea como piensas.

Debes estar abierto a cambiar de idea, a dejarla guardada en un cajón y tirar por otra idea que tenga un potencial mayor.

Si ves que esta idea no acaba de encajarte o encuentras demasiados motivos por los que no deberías hacerla, no pasa nada, siempre puedes volver a pensar en otras ideas. ¡Si en menos de media hora has generado 20!

Si no consigues desenamorarte de tu idea y continúas queriendo desarrollarla, estás de suerte. 

Has llegado al ecuador de este proceso. Ahora viene la parte más difícil.

Vamos a convertir esta idea en una realidad y validar que tiene sentido construirla y dedicarte a ella.

Capítulo 6

Valida antes de lanzar

Comprueba que la piscina tiene agua antes de lanzarte. Disfruta, pero con moderación del vértigo de lanzar.

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